«El aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo».
Este proverbio chino fue desarrollado por el matemático y meteorólogo Edward
Norton Lorenz (año 1963) dando lugar a una llamativa teoría física: el efecto
mariposa. Este concepto se vincula a la Teoría del Caos, y nos viene a decir
que el aleteo de un insecto en Hong Kong puede desatar una tempestad en
Nueva York.
Hoy no les voy a desarrollar una noticia jurídica, una sentencia ganada o una
recomendación legal. Hoy quiero centrarme y llamar su atención acerca de si
una circunstancia externa que se nos impone (el aleteo de una mariposa),
puede devenir en un situación caótica o cuando menos preocupante para
nosotros.
Recibimos una carta de nuestra empresa requiriéndonos que nos
manifestemos en uno u otro sentido; una comunicación de la Agencia Tributaria
o de la Inspección de Trabajo iniciando una actuación inspectora o de
comprobación; o una comunicación de una compañía de telefonía móvil o de
nuestro banco diciéndonos que se les debe cierta cantidad de dinero.
Estos pueden ser nuestros aleteos de mariposa cotidianos. Hay muchos más,
estos son solo un ejemplo. La pregunta es qué debemos hacer ante el
recibimiento de una comunicación o requerimiento de este u otro tipo.
¿Dejaremos pasar el tiempo sin hacer nada y sin ocuparnos de ella? ¿O por el
contrario, tomaremos la iniciativa y afrontaremos lo que esas comunicaciones
nos pueden plantear?
Si considera que ante esas circunstancias hay que tomar la iniciativa y
afrontarlas de manera decidida, creo que estaría tomando la opción correcta. Y
aquí es donde el papel del Abogado toma un especial protagonismo, porque a
veces, la misión de este es minimizar los daños.
No dejemos que los aleteos de mariposa de nuestra vida cotidiana puedan
generar un potencial caos en nuestra vida personal, social o económica.
Consultar al abogado es siempre la mejor decisión